Lo escribió un profesor en un blog de la red y al leerlo me pareció fundamental darle difusión..
¡¡¡ÁNIMO COMPAÑEROS!!!!
Yo creo, con todos mis respetos, que hay todavía gente que no ha entendido de qué va esto. Sinceramente, quien pensara que con un mes de movilizaciones, Esperanza Aguirre (el político más cruel, mentirosa, manipuladora y sin escrúpulos que ha habido nunca en este país) se iba a poner de rodillas y nos iba a pedir perdón, esta...ba muy equivocado.
Llevo varios días escuchando esta cantinela: "Buah, esta gente no va a dar marcha atrás. No hay nada que hacer. Sí, hago huelga, pero no vamos a conseguir nada...". Y alucino.
Esto va para largo. Pero para largo, y el que no lo asuma, mal lo lleva. Hay gente que lleva más de 3 meses dejándose los huevos denunciando todas las mentiras y todas las vejaciones de estas tipejas, informando a diestro y siniestro y participando en todo lo que pueden (unos haciendo huelga y, otros, no por no poder estar trabajando). Se ha conseguido mucho más de lo que el más optimista podía pensar en el mes de julio:
- Huelgas de un 70% en un colectivo tan complejo como éste.
- Manifestaciones de 70.000 personas.
- Multitud de acciones de todo tipo: encierros, quedadas, pitadas, concentraciones, marchas... Todos los días hay varias, todos los días.
- La prensa nacional pendiente a diario de la Marea Verde.
- Una organización asamblearia / sindical que no existía hace 30 años.
- Cientos de webs y blogs dando caña constantemente.
- Las redes sociales ardiendo de información cada hora, las 24 horas del día.
- Y algo emocionante: todas las AMPAS, la FAPA Giner de los Ríos y los padres de nuestros alumnos colaborando directamente en las movilizaciones, no apoyando únicamente. Están ahí, al pie del cañón con nosotros (encerrándose y acudiendo a las manifas). Y no hacen huelga, porque no pueden, que si no, la hacían muchos.
¿Creéis que no merece la pena seguir con esto? ¿Alguien piensa que habrá una oportunidad el año que viene o dentro de 5 o 10 mejor que ésta para seguir luchando? Si dejamos que todo se vaya ahora por el retrete, ¿habrá otra ocasión para volverlo a intentar con la comunidad educativa en pleno tan unida como ahora?
Yo entiendo todas las situaciones económicas. Y por eso se están haciendo calendarios medianamente compatibles con todo el mundo. Lo hemos dicho muchas veces: es mejor hacer 4 huelgas al mes con un 70%, que lanzar el órdago de una huelga indefinida y salvaje a la que el tercer o cuarto día igual nos quedábamos en cuadro (posiblemente, ojo, igual no... pero no me digáis que no es bastante probable).
Hay gente que lo está pasando muy mal, os lo aseguro. Algunos estamos haciendo verdaderos equilibrios para llegar a fin de mes. Y me refiero a muchos interinos, sobre todo (también funcionarios de carrera). Algunos nos estamos buscando la vida como podemos para subsistir porque el paro no es suficiente y, aún así, estamos deseando que nos llamen para trabajar y para unirnos a las huelgas también.
Pero todos tenemos que tener en cuenta que esto puede ser largo. Y desanimarse cada día después de una huelga cuando vemos que Esperanza Aguirre no ha entregado la cuchara, me parece que no ayuda a nadie.
Dejar escapar esta oportunidad (no intentarlo hasta el máximo al menos) sería una rendición verdaderamente frustrante. Jamás estaremos tan lejos ni tan cerca de conseguir algo importante. Sencillamente, después de esto, será imposible.
Los que estén dispuestos a seguir luchando, tened en cuenta que, como poco, habrá que seguir igual que ahora durante los 2 próximos meses. Cada día que pasemos igual de unidos que ayer o que hoy, será un pequeño pasito que Aguirre y Figar tendrán que ir dando para atrás. Ahora aún parecen fuertes (aunque, os lo aseguro, no tienen ya el sillón tan pegado al suelo como hace 3 meses); pero dentro de unas semanas, si seguimos así, ya veremos cómo va la partida.
Yo creo que no podemos decepcionarnos a nosotros mismos ni a toda la gente que nos está apoyando (que son muchos, como vimos ayer por la tarde y como veis todos los días los que estáis trabajando en los centros). Cada uno que luche desde donde pueda y como pueda, pero todos somos importantes, creo yo.
Hay muchísimo a ganar y, la verdad, bastante poco que perder. Porque si nos rendimos ahora, no nos quedará nada y la Educación Pública, dentro de un par de años, será un reducto marginal de algo que una vez fue grande y hacía grande a un país.
Reflexionemos, por favor, y, en la medida de lo posible, evitemos un derrotismo que no nos lleva a ningún lado. Sobre todo después de jornadas como las de ayer y hoy, que han sido un ejemplo de unión y de fuerza.
Ayer escribía Isaac Rosa en Público que hay que echarle mucho valor para retar a un pulso a Esperanza Aguirre, supongo que muchos leísteis ese magnífico artículo. Venía a decir que juega tan sucio con sus rivales, que casi nadie se atreve a enfrentarse a ella con arrestos suficientes para ganar. Pues mira, siempre hay una primera vez. Igual vamos a ser los profesores de la Pública los que lo hagamos.
¡¡¡ÁNIMO COMPAÑEROS!!!!
Yo creo, con todos mis respetos, que hay todavía gente que no ha entendido de qué va esto. Sinceramente, quien pensara que con un mes de movilizaciones, Esperanza Aguirre (el político más cruel, mentirosa, manipuladora y sin escrúpulos que ha habido nunca en este país) se iba a poner de rodillas y nos iba a pedir perdón, esta...ba muy equivocado.
Llevo varios días escuchando esta cantinela: "Buah, esta gente no va a dar marcha atrás. No hay nada que hacer. Sí, hago huelga, pero no vamos a conseguir nada...". Y alucino.
Esto va para largo. Pero para largo, y el que no lo asuma, mal lo lleva. Hay gente que lleva más de 3 meses dejándose los huevos denunciando todas las mentiras y todas las vejaciones de estas tipejas, informando a diestro y siniestro y participando en todo lo que pueden (unos haciendo huelga y, otros, no por no poder estar trabajando). Se ha conseguido mucho más de lo que el más optimista podía pensar en el mes de julio:
- Huelgas de un 70% en un colectivo tan complejo como éste.
- Manifestaciones de 70.000 personas.
- Multitud de acciones de todo tipo: encierros, quedadas, pitadas, concentraciones, marchas... Todos los días hay varias, todos los días.
- La prensa nacional pendiente a diario de la Marea Verde.
- Una organización asamblearia / sindical que no existía hace 30 años.
- Cientos de webs y blogs dando caña constantemente.
- Las redes sociales ardiendo de información cada hora, las 24 horas del día.
- Y algo emocionante: todas las AMPAS, la FAPA Giner de los Ríos y los padres de nuestros alumnos colaborando directamente en las movilizaciones, no apoyando únicamente. Están ahí, al pie del cañón con nosotros (encerrándose y acudiendo a las manifas). Y no hacen huelga, porque no pueden, que si no, la hacían muchos.
¿Creéis que no merece la pena seguir con esto? ¿Alguien piensa que habrá una oportunidad el año que viene o dentro de 5 o 10 mejor que ésta para seguir luchando? Si dejamos que todo se vaya ahora por el retrete, ¿habrá otra ocasión para volverlo a intentar con la comunidad educativa en pleno tan unida como ahora?
Yo entiendo todas las situaciones económicas. Y por eso se están haciendo calendarios medianamente compatibles con todo el mundo. Lo hemos dicho muchas veces: es mejor hacer 4 huelgas al mes con un 70%, que lanzar el órdago de una huelga indefinida y salvaje a la que el tercer o cuarto día igual nos quedábamos en cuadro (posiblemente, ojo, igual no... pero no me digáis que no es bastante probable).
Hay gente que lo está pasando muy mal, os lo aseguro. Algunos estamos haciendo verdaderos equilibrios para llegar a fin de mes. Y me refiero a muchos interinos, sobre todo (también funcionarios de carrera). Algunos nos estamos buscando la vida como podemos para subsistir porque el paro no es suficiente y, aún así, estamos deseando que nos llamen para trabajar y para unirnos a las huelgas también.
Pero todos tenemos que tener en cuenta que esto puede ser largo. Y desanimarse cada día después de una huelga cuando vemos que Esperanza Aguirre no ha entregado la cuchara, me parece que no ayuda a nadie.
Dejar escapar esta oportunidad (no intentarlo hasta el máximo al menos) sería una rendición verdaderamente frustrante. Jamás estaremos tan lejos ni tan cerca de conseguir algo importante. Sencillamente, después de esto, será imposible.
Los que estén dispuestos a seguir luchando, tened en cuenta que, como poco, habrá que seguir igual que ahora durante los 2 próximos meses. Cada día que pasemos igual de unidos que ayer o que hoy, será un pequeño pasito que Aguirre y Figar tendrán que ir dando para atrás. Ahora aún parecen fuertes (aunque, os lo aseguro, no tienen ya el sillón tan pegado al suelo como hace 3 meses); pero dentro de unas semanas, si seguimos así, ya veremos cómo va la partida.
Yo creo que no podemos decepcionarnos a nosotros mismos ni a toda la gente que nos está apoyando (que son muchos, como vimos ayer por la tarde y como veis todos los días los que estáis trabajando en los centros). Cada uno que luche desde donde pueda y como pueda, pero todos somos importantes, creo yo.
Hay muchísimo a ganar y, la verdad, bastante poco que perder. Porque si nos rendimos ahora, no nos quedará nada y la Educación Pública, dentro de un par de años, será un reducto marginal de algo que una vez fue grande y hacía grande a un país.
Reflexionemos, por favor, y, en la medida de lo posible, evitemos un derrotismo que no nos lleva a ningún lado. Sobre todo después de jornadas como las de ayer y hoy, que han sido un ejemplo de unión y de fuerza.
Ayer escribía Isaac Rosa en Público que hay que echarle mucho valor para retar a un pulso a Esperanza Aguirre, supongo que muchos leísteis ese magnífico artículo. Venía a decir que juega tan sucio con sus rivales, que casi nadie se atreve a enfrentarse a ella con arrestos suficientes para ganar. Pues mira, siempre hay una primera vez. Igual vamos a ser los profesores de la Pública los que lo hagamos.
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